Otra vez Adriano se ve envuelto en un embrollo y la directiva del San Pablo estaría evaluando rescindirle su contrato.
El fin de semana ya había acudido sin el polo oficial a la convocatoria de su equipo.
Pero, según el diario Sport, el lunes se ha superado: llegó tarde al entrenamiento, se fue directo al gimnasio y luego lo abandonó antes de tiempo, sin pedirle permiso a nadie.
Por si fuera poco, increpó a la salida a un fotógrafo. Según el periódico mencionado, le habría dicho algo así como “Si me vuelves a tirar otra foto, te hincho a hostias".
En diálogo con la prensa, el jugador evaluó que todo lo relativo a su persona era permanentemente exagerado por el periodismo (práctica muy habitual en ese gremio).
Finalmente, soltó un discurso que quedará en la historia de la soberbia: “Cuando llegué al San Pablo dije que tal vez no sería lo ideal que me llamasen Emperador, pero ahora creo que tengo que ser llamado así”.
Y enfatizó: “Sí, soy el Emperador y merezco este nombre porque trabajé mucho para conquistarlo y no seréis vosotros, periodistas, los que vayáis a destruirlo”.
Tal vez los periodistas no destruyan su nombre, pero no sería extraño que el presidente del San Pablo decida destruir su contrato.
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martes, 4 de marzo de 2008
Las travesuras del Emperador
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